Alianza Francesa de Granada

CENTENARIO DE
GEORGES BRASSENS

20 octubre, 2021

Francia y el mundo de la música celebran el 22 de octubre de 2021 el centenario del nacimiento de Georges Brassens (1921-1981), el inmenso cantante, compositor, poeta y actor francés.

Poco conocido en España. ¿Quién era Brassens?

Nacido en Sète, en el sur de Francia, en el seno de una familia humilde de clase obrera, no tardó en entender el significado de la anarquía. Castigado en el colegio a estar encerrado dentro de un armario, comprendió que la autoridad y el poder serían los enemigos que tendría que combatir durante toda su vida. “Tuve una infancia feliz estropeada por la escuela“, declaró una vez. Pero no todo fue malo para él en la escuela. Uno de sus maestros, Alphonse Bonnafé, le inculcó el amor por la poesía. Un encuentro que le marcaría para el resto de su vida.

A los quince años le expulsaron del colegio y se fue a vivir a París. Allí, donde pasaba horas en las bibliotecas públicas, adquirió una costumbre que mantendría durante toda su vida: acostarse con la caída de sol y levantarse de madrugada. En París trabajó en una fábrica de Renault hasta que fue bombardeada durante la guerra por los alemanes. Tras la ocupación nazi, fue condenado a trabajar en una fábrica de BMW en Alemania, de donde escapó un año después aprovechando un permiso de diez días. Huyó de nuevo a París, donde se escondería en casa de Jeanne Planche, amiga de una tía suya, que vivía con Marcel, su marido.

A Jeanne le dedicó la canción “La Cane de Jeanne” y a Marcel “Chanson pour l´Auvergnat”.

Unió dos de sus grandes pasiones, el amor por el mar y la amistad, en una de sus canciones, “Les copains d´abord”. En ella habla de sus amigos como aquellos compañeros con los que realizamos, a bordo de cualquier navío, el viaje de la vida. Fiel a su ideología libertaria, siempre antepuso el hombre, el ser humano, a todo lo demás: “La única revolución es intentar mejorar uno mismo esperando que los demás también lo hagan”. Hoy el pensamiento de Brassens, su forma de ver y querer cambiar la vida, es más actual que nunca.

El mejor intérprete de las canciones de Brassens en español es sin duda Paco Ibáñez que cantó varias de sus canciones durante su largo exilio parisino. El vínculo emocional entre Paco Ibáñez y Georges Brassens era público: ambos se conocieron en 1955 en el Olympia parisiense y trabaron una amistad duradera. Así evoca a Brassens el propio cantautor: “Lo recuerdo sencillo, tímido y generoso; con un talento que no cabe en el firmamento. En el camerino del Olympia, yo acompañaba a Pierre Pascal, quien le ponía las traducciones  al castellano. Eso le gustó. Desde entonces, cuando actuaba en París, mi hermano Rogelio y yo íbamos a saludarle después del recital. Él sentía simpatía por nosotros, creo que nos quería…”

Georges Brassens cerró los ojos el 29 de octubre de 1981. Meses antes de morir, ya enfermo de cáncer, Brassens escribió Súplica para ser enterrado en la playa de Sète:

Justo al borde del mar, a dos pasos del oleaje azul, cavad si es posible un pequeño agujero mullido, un buen nicho pequeño, cerca de mis amigos de la infancia, los delfines, a lo largo de esta playa donde la arena es tan fina (…). Esta tumba es un sándwich entre el cielo y el agua, que no dará una triste sombra al cuadro, sino un encanto indefinible. Los bañistas la usarán de paravientos, y los niños dirán: ¡qué bonito castillo de arena! Si no es mucho pedir, plantad, os lo ruego, alguna especie de pino que dé sombra, que sepa proteger de la insolación a los buenos amigos que vengan con afectuosas reverencias a mi sepultura. (…) Pobres reyes faraones, pobre Napoleón, pobres ilustres desaparecidos enterrados en el Panteón, pobres cenizas de consecuencia. Envidiaréis un poco al veraneante eterno, que pedalea sobre las olas mientras sueña, que pasa su muerte de vacaciones.